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Boy Meets Girl (1978) |
Publicado dentro del ciclo Flores en la sombra de la Filmoteca Española junto al texto "Eugènia Balcells: la energía de lo transitorio" de Paula Arantzazu Ruiz.
La creación artística es un modo de resistencia, uno que puede concentrase en la intimidad, la familiaridad y la proximidad sin dejar de abrazar lo desconocido. En el cine de Eugènia Balcells esta resistencia íntima se sitúa entre el recogimiento y la expansión, entre la necesidad de cobijo y el deseo de descubrimiento. Identificar los rasgos memorísticos que identifican el pasado familiar; experimentar el vínculo amistoso que emerge durante la propio proceso creativo; tergiversar lúdicamente los mensajes visuales de los medios de comunicación, son gestos presentes en películas que parten de lo personal para dirigirse hacia lo universal. En este itinerario que va de lo íntimo a lo público, interrogar la normatividad a la que tiende la televisión, la publicidad y el cine comercial permite articular un discurso crítico cuya concreción fílmica incluye el juego y la experimentación formal.
La práctica cinematográfica de Eugènia Balcells (Barcelona, 1943) empieza a mediados de los años setenta mientras crea obras multidisciplinares que contribuyen a cuestionar la sociedad de consumo y el mercado del arte. Sirviéndose de la apropiación, la artista explora diferentes áreas –pintura, fotografía, diseño, instalación, cine, vídeo– cuestionando la esencialidad que supuestamente define cada una de ellas. En su obra objetual colecciona materiales que, desplegándose bajo asociaciones estéticas singulares, devienen construcciones semánticas inspiradas por el arte conceptual de la época. Es en el contexto de la desmaterialización de la obra de arte de la Cataluña de principios de los años setenta cuando Balcells se da a conocer. Las manifestaciones fílmicas de artistas procedentes del Grup de Treball –Francesc Abad, Muntadas, Àngels Ribé, Pere Portabella, etc.– señalan la importancia de la imagen en movimiento en el contexto artístico. En el artículo “Anotaciones en torno a vídeo y feminismo en el estado español” Susana Blas explica: "desde finales de los años setenta el vídeo comienza a utilizarse por parte de las artistas conceptuales españolas que ya se servían del cine experimental para documentar sus acciones o para explorar la imagen en movimiento. Entre ellas podemos citar a Esther Ferrer, Fina Miralles o Eugènia Balcells". Las ideas y las actitudes artísticas elaboradas por Balcells tienen otro punto de anclaje determinante: el pensamiento del norteamericano John Cage. Razonando sobre la influencia que tuvo para ella conocer la obra y el ideario del compositor musical, la cineasta explica: "de repente, al ampliar esta concepción del sonido, a lo mejor por analogía, también se me ampliaron otros sentidos y la capacidad de comprensión; fue casi una sensación física de expansión, de notar que se te abren todas las puertas y las ventanas que hasta entonces habían estado cerradas".
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Álbum (1976) |
En Álbum (1976) las notas de un piano melancólico y la voz en off de Eugènia Gorina, la abuela de la artista, son el apartado sonoro de un montaje hecho de postales, fotografías y fragmentos de textos. El film, originado tras el encuentro de un álbum familiar, plantea un viaje al pasado más íntimo y cercano. Rememorar los seres queridos mediante la lectura epistolar implica recordar unas formas de comunicación pasadas que evidencian la nostalgia. La evocación del universo femenino se destila a través de pronunciaciones verbales y registros caligráficos de postales re-encuadradas. Este (des)montaje de detalles de mensajes pone en evidencia tanto la memoria y el recuerdo que atesoran como el olvido que conllevan. Retazos manuscritos se intercalan con fotografías de la época en una operación de recuperación genealógica que desvela la construcción de cierto estereotipo femenino. En Boy Meets Girl (1978) se expone la arbitrariedad de las relaciones heterosexuales vendidas por la publicidad y lo insubstancial de los arquetipos que maneja. Un conjunto acelerado de rostros femeninos y masculinos, confrontados verticalmente en una pantalla partida, quedan acompañados por el sonido de máquinas de tragaperras. Se señala así lo azaroso del encuentro propuesto. En la acumulación de retratos extraídos de diarios y revistas impresas contrastan las fotografías de mujeres anónimas, objetualizadas, con las de hombres famosos, reconocibles por su estatus social. En una conversación con Carlota Álvarez Basso, Balcells afirma que el punto de partida del film fue una interrogación: "¿qué imagen tendrían del hombre y de la mujer en nuestra época si alguien viniera y se formaran una imagen a partir de los medios de comunicación?". La pieza enlaza con Presenta (1977) y The End (1977), obras que reciclan fotogramas de largometrajes de ficción para cuestionar sus convenciones y sus happy endings. En For/Against (1983) la televisión es el objeto de atención. A lo largo de tres minutos (un solo carrete de Super 8) la artista refilma imágenes retransmitidas por la caja tonta junto al músico holandés Peter Van Riper. El flujo visual de una cadena televisiva norteamericana, con sus noticias bélicas y sus anuncios publicitarios, deviene una cascada de imágenes emulsionadas frame a frame, sonorizadas junto a una serie de citas recitadas en inglés. "Bien cuidadas, todas las criaturas prosperan. Abandonadas, todas las criaturas decaen" es la cita del filósofo chino Lao-Tzu con la que se concluye el film.
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Fuga (1979) |
Fuga (1979) concuerda con Álbum por el hecho de explorar las relaciones personales desde el hogar. A lo largo de veinte minutos el silencio de la banda sonora congrega una serie de planos en blanco y negro realizados con una cámara Bolex de 16 mm. Filmados sobre trípode desde un único enclave, las capturas de las doce panorámicas tienen lugar en el interior de una casa de campo de la familia de la artista. En ella se desplazan la propia Balcells y sus amigos: el cineasta y escritor Eugeni Bonet, el poeta Carles Hac Mor y Nati Ribas. La estructura predeterminada con la que se plantea el rodaje (múltiples exposiciones de paneos en 360º, rodados en un salón iluminado de modo naturalista) contrasta con la distensión y la espontaneidad que transmiten los gestos de los protagonistas. Si las constricciones formales evocan el cine estructural de Michael Snow y Werner Nekes, el registro documental testimonia el carácter espectral. Hay algo de fantasmagórico en unos cuerpos aislados que realizan acciones nimias, casi sin querer. Las figuras humanas insinúan la serenidad y el placer que supone el "dolce far niente". Fumar un cigarrillo, leer el periódico, escribir anotaciones en una libreta, jugar con un balón o usar una máquina de coser son actos que suceden entre veladuras y sobreexposiciones. Balcells explica que medir la luz con el fotómetro –para poder rebobinar y filmar de nuevo, hasta cinco veces sobre el mismo soporte fotoquímico– fue una tarea repetitiva y meticulosa a la que se entregó. Puertas, ventanas y mobiliario diverso se entrelazan a través de las duplicaciones perpetuas de sus formas. La aparición en campo de un foco artificial o el reflejo frecuente de la cámara en un espejo contribuyen a incrementar el carácter metafílmico de la película. Representar el propio proceso de creación es otro parámetro que vehicula un ensayo cotidiano sobre el espacio y el tiempo.
Si los lazos familiares y la amistad son motivo de análisis en Álbum y Fuga; la resistencia a la capacidad de seducción de los medios de comunicación hegemónicos son el germen de Boy Meets Girl y For/Against. Las dos primeras hayan concomitancias con Indian Circle (1981); las segundas con 133 (1978). Estos otros dos trabajos realizados en vídeo junto a Van Riper y en 16 mm con Bonet, respectivamente, incorporan el interés de Balcells por la música y el sonido. Ampliando su reflexión sobre las connotaciones del espacio doméstico y la arqueología mediática –divulgada Richard Prelinger en escritos, conferencias y una web de referencia como archive.org– la cineasta añade cuestiones sónicas dirigidas tanto hacia la escucha del espectador como a la dimensión inmersiva del audiovisual. Es por ello que progresivamente Eugènia Balcells abandona la realización monocanal para decantarse hacia la videoinstalación y la instalación multimedia, terrenos en los que ha erigido una obra de alcance internacional. Lo atestiguan exposiciones como En trànsit (1993), Roda do tempo (2001), Freqüències (2009) y Años Luz (2012).
Bibliografía:
Catálogo de la exposición Eugènia Balcells. Sincronías. Madrid: MNCARS, 1995. Comisariada por Claudia Giannetti
Esquirol, Josep Maria, La resistencia íntima. Barcelona: Acantilado, 2015.
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The End (1977) |