26 de septiembre de 2018

Máster LAV – Laboratorio Audiovisual de Creación y Prácticas Contemporáneas 2018–19




La quinta edición del Máster LAV empieza el lunes 1 de octubre en la ciudad de Madrid. Este laboratorio de creación audiovisual contemporánea es un espacio concebido para forzar los límites del lenguaje audiovisual, desde los sonidos y las imágenes en movimiento, propiciando la búsqueda de nuevas propuestas artísticas. LAV se plantea como un taller de artistas limitado a 12 plazas. El énfasis en las prácticas es uno de los reclamos de un programa que cuenta con la participación de decenas de cineastas, programadores y críticos de cine. A ellos se suman otros artistas que a lo largo del año entran en secciones como las Cartas Blancas. El máster se sitúa en una posición intermedia entre las prácticas del cine experimental y las irrupciones de lo audiovisual en el arte contemporáneo. Pablo Useros dirige y coordina unos estudios por el que han pasado en años pasados artistas de la talla de Jonas Mekas, Laida Lertxundi, Salome Lamas, Natalie Bookchin, P. Adams Sitney, Daichi Saito o Bruce Elder. En este PDF se puede consultar el planteamiento de un curso que finaliza el 29 de junio. Para inscribirse se debe enviar el CV con enlace a algún proyecto audiovisual y una carta de motivación a esta dirección de correo electrónico: lav@master-lav.com.


Cuadrante solar (2018) Luis Lechosa
Destrozar la imagen (2018) Adrian Canoura

6 de septiembre de 2018

Puntos de silencio (2018)



Alguien se ha dedicado a pintar la palabra “silenci” en lugares públicos aparentemente muy poco silenciosos. Parece que lo ha hecho con un stencil donde el término –en mayúsculas y en catalán– se ha escrito con un spray de color blanco. No creo que la selección de lugares haya sido arbitraria porque el texto solo se encuentra en puntos donde el sonido es continuo. De hecho, si uno se acerca atentamente, se da cuenta de que son localizaciones ruidosas. Diría que el grafitero no ha impuesto evitar el ruido de estos enclaves de la ciudad. Más bien se ha limitado a señalar puntos estratégicos que merecen ser atendidos. Son enclaves para escuchar silenciosamente.

No son “silencios” marcados para evitar el ruido que se emite sino indicaciones para practicar una escucha atenta. Estos “silencios” trazados en fachadas, muros, mobiliario urbano, ventiladores del metro, postes de electricidad, asfalto, etc. resuenan ruidosamente desplegándose como un mapa sonoro que no necesita grabarse para documentarse. Su perpetua manifestación sónica solo sugiere ser percibida acústicamente por cualquier transeúnte dispuesto a tener una experiencia musical.

De este modo parece que sus fuentes de inspiración sean La Monte Young –que se basó en el sonido de los transformadores eléctricos de las instalaciones telefónicas para elaborar sus propuestas musicales– y el proyecto LISTEN (1966) de Max Neuhaus –dedicado a “enfocar la perspectiva auditiva de las personas” por la calles de Manhattan. Si son indicaciones que delimitan puntos de escucha serían un certero homenaje a John Cage, que afirmó rotundamente que el silencio no existe.