Xcèntric - Jueves 17 de febrero a las 20h.
Desde 1968 Morgan Fisher realiza películas metafílmicas que sitúan en primer plano las herramientas de la producción fílmica. Elaborando un discurso irónicamente paradójico, el cineasta norteamericano cuestiona la naturaleza del dispositivo, desvelando puntos de vista conceptuales con los que obrar y observar el medio cinematográfico.
The Director and His Actor Look at Footage Showing Preparations for an Unmade Film (2), 1968, 15 min. 16mm
Production Stills, 1970, 11 min. 16mm.
Picture and Sound Rushes, 1973, 11 min. 16mm.
Cue Rolls, 1974, 5'30 min. 16mm.
Projection Instructions, 1976, 4 min. 16mm.
Standard Gauge, 1984, 35 min. 16mm.
( ), 2003, 21 min. 16mm.
Programado por Albert Alcoz
Picture and Sound Rushes (1973) |
Production Stills (1970) |
Standard Gauge (1984) |
Información (hoja de mano):
“Al nuevo énfasis en la percepción (un alejamiento tanto del psicodrama personalizado como del lenguaje de la cultura de masas) lo acompañó una atención sin precedentes por los materiales cinematográficos. El cine se hizo reflexivo. Tal y como ocurría en las titilantes películas de Tony Conrad y Paul Sharits, en las que los aparatos cinematográficos (el proyector, la persistencia de visión, el encuadre individual) pasaban a ocupar el primer plano. Film in Wich There Appear Sprocket Holes, Edge Lettering, Dirt Particles, Etc (1966) de George Landow y Reverberation (1969) de Ernie Gehr, fueron películas en las que se sometía a examen el film como si de un objeto más se tratara. Muchas películas alternativas se habían impregnado de la mitología de Holllywooh (lo mejor para exorcizarla); la película auto-explicativa The Director and His Actor Look at Footage Showing Preparations for an Unmade Film (1968) de Morgan Fisher, así como sus Documentary Footage (1968) y Production Stills (1970), fueron películas cuya temática se centraba precisamente en las condiciones específicas de su propia producción −narraciones que desmitificaban los procedimientos cinematográficos al vaciarlos de cualquier referencia externa−”.
HOBERMAN, J., “Tras el cine de vanguardia” en WILLIS, Brian (Ed.) Arte después de la modernidad Nuevos Planteamientos en torno a la representación. AKAL/Arte Contemporáneo. Madrid, 2001. p. 63-64.
“Los filmes de Fisher no entran claramente en ninguna de las categorías habituales del cine de vanguardia −aunque a primera vista pueden parecer ejemplos particularmente subestimados del cine estructural−. En vez de simplemente evitar acercamientos comerciales, como muchos cineastas de vanguardia hicieron, Fisher utilizó procedimientos vanguardistas como un modo para relacionarlo con el cine comercial. Combinando elementos del cine convencional (aprendidos mediante sus considerables experiencias de trabajo en la industria como técnico, así como su inquietud como cinéfilo) y elementos del cine independiente/vanguardista, Fisher ha producido una serie de polémicas cinemáticas lacónicas que, sutil e inventivamente, “discuten con” las dos áreas fílmicas históricas, confrontando nuestras expectativas y nuestros modos de pensar el cine. Principalmente Fisher es un cineasta conceptual: la honesta elegancia de sus películas no es un fin en si mismo; es (como espero demostrar a través de los respectivos análisis de los filmes) un medio para generar nuevas formas de pensamiento fílmico”.
MACDONALD, Scott, “Morgan Fisher: Film on Film”. Cinema Journal. Vol. 28, No. 2 (Invierno, 1989). p. 13-27.
“Sus cuatro primeros filmes listados en su filmografía −The Director and His Actor Look at Footage Showing Preparations for an Unmade Film, Documentary Footage, Phi Phenomenon y Screening Room− fueron completados en 1968. Mientras sus películas guardan muchas características con aquellas discutidas anteriormente (Print Generation de J. J. Murphy, Wavelenght de Michael Snow y Serene Velocity de Ernie Gehr), su postura respecto hacia el cine convencional, y hacia el cine de Hollywood en particular, ha sido siempre diferente de los demás. Como esos otros cineastas, Fisher ha criticado los productos del cine industrial, pero, a diferencia de ellos, Fisher ha sido un participante directo y activo en el proceso de realización de películas comerciales durante el mismo período. A principios de la década de los años setenta, Fisher trabajó como montador en muchos largometrajes de bajo presupuesto, incluyendo The Student Nurses (1970) de Roger Corman, e investigó archivos fílmicos para incluir en un filme de Haskell Wexler llamado Medium Cool (1969) que nunca se finalizó. Esta y otras experiencias habían tenido un poderoso efecto sobre Fisher y el modo de entender su posición como cineasta independiente. En vez de verse a si mismo alejado del mundo comercial del cine convencional, Fisher ha utilizado el proceso de creación de películas de vanguardia como un modo para examinar lo que ha aprendido sobre el cine, trabajando dentro de la industria. Para Fisher el cine de vanguardia no es tan solo una área separada de la práctica fílmica, ya que deriva del cine comercial y, paradójicamente, su estatus derivativo le otorga una capacidad única para criticar el mundo fílmico que lo generó”. (…)
“En general los filmes de Fisher utilizan largas tomas continuas para proponer diversos tipos de estudios del movimiento posibles, tanto si el “movimiento” presentado es una acción particular humana o mecánica, la producción de una película (como en Production Stills, 1970) o la historia de un aspecto de la carrera de Fisher (como en Standard Gauge, 1984). En Production Stills y Standard Gauge, de hecho, imágenes fijas e individuales de un proceso son acumuladas e, implícitamente, comparadas”. (…)
“En Production Stills, por ejemplo, él redirige los aparatos industriales para filmar en un escenario sonoro (una cámara Mitchell en una Moviola sobre una plataforma rodante) de modo que no graba una escena emocionalmente dramática interpretada por actores, sino una serie de ocho Polaroids en blanco y negro, colocadas una sobre otra en una porción de espacio de una pared blanca, situada delante de la cámara, en una filmación continua de 300 pies en 16 mm”. (…)
“Generalmente las películas de Fisher son metáforas de una idea que cree que el siguiente paso para un cine crítico más pensado y efectivo es una síntesis consciente de las ventajas de la industria comercial y las particularidades del cine de vanguardia. La demostración más elaborada de esta idea es Standard Gauge, que con sus treinta y cinco minutos es, de largo, su película más extensa. Su filme épico, tanto en duración como en alcance.” (…)
“Standard Gauge se centra en el elemento del dispositivo cinematográfico el cual, probablemente más que ningún otro, distingue el cine comercial del cine de vanguardia. En términos generales, las películas convencionales están filmadas y copiadas en soporte de 35 mm −esta es por tanto la “medida estándar”− y los filmes de vanguardia están filmados en 16 mm, o en formatos menores.” (…)
“Standard Gauge propone, tal y como Fisher escribe en la sinopsis del filme, “un tipo de correspondencia o interdependencia entre dos tipos de cine que, por estándares convencionales, se piensan como entes divididos por un abismo insalvable. Mediante una interrogación mútua entre el 35 mm, el formato de la industria, y el 16 mm, el formato del cine independiente y amateur, Standard Gauge trata de unificar los filmes de cualquier tipo”. Puede que Standard Gauge no atraiga al público tanto como Serene Velocity o Print Generation, pero su propósito es alcanzar una audiencia más diversa, hecha, paradójicamente, de aquellos que conocen la industria desde dentro y aquellos que la critican desde una posición vanguardista.”
MACDONALD, Scott, Screen writings: scripts and texts by independent filmmakers. Cambridge University Press. New York, 1993. p. 54-63.
“Production Stills (1970), es un trabajo refinado con fotografías fijas, es una narrativa perfectamente cerrada sobre su propia producción: la imagen es una larga captura de una pared, en la que una mano clava un número de Polaroids secuencialmente, una después de otra, continuadamente hasta los once minutos (el paso del tiempo de trescientos pies de un rollo de película de 16 mm). Las Polaroids representan el equipo de rodaje haciendo el filme; el sonido sincrónico nos permite escuchar sin interrupción, en “tiempo real”, sus charlas y el zumbido de la cámara, de modo que podemos anticipar las fotografías y asignar rostros a las voces que escuchamos. En un línea similar, Picture and Sound Rushes (1973) y Cue Rolls (1974) exploran respectivamente los parámetros del sonido sincrónico de los rollos de montaje A y B, como demostraciones didácticas irónicas. La tensión entre un plano muy largo y el montaje opera en un registro diferente en cada uno de estos filmes. Sin embargo Fisher consigue su forma más elaborada con Standard Gauge, que es un tour-de-force performático ininterrumpido de treinta y dos minutos de duración”. (…)
“La película más reciente de Fisher ( ), triunfa asombrosamente ahí donde erraba el esfuerzo paralelo de Hollis Frampton Hapax Legomena: Remote Control (1972); Fisher utiliza métodos aleatorios para desatar la narrativa inconsciente de un conjunto de películas seleccionadas al azar. ( ) está hecha enteramente de “insertos” de películas de ficción orgnizadas según principios de la escritura de Oulipian. Los insertos se filmaban normalmente por asistentes cuando no hacía falta contar con actores principales, largos repartos o escenarios costosos. Todo ello incluye detalles de armas, heridas, cartas, señales, lápidas, maquinaria, juegos de azar, relojes, dinero, e incluso caricias íntimas. Fisher seleccionó los insertos de un buen número de películas que coleccionaba con este propósito, y los editó juntos bajo restricciones que él mismo no revela del todo; Fisher coloca los insertos de filmes originales en el orden en el que aparecen en el mismo, pero dos insertos del mismo filme nunca resultan ser consecutivos en su montaje. Alternándose entre ellos podemos vislumbrar, brevemente, escenas violentas, de intriga, de apuestas o de aventuras sexuales”.
SITNEY, P. Adams, programa "Standard Gauge: Film Works by Morgan Fisher, 1968-2003". Whitney Museum of American Art in New York. Febrero 2005.
Amigo Albert, ¿qué tal? ¿Tendrás por ahí algún DVD del programa de Fisher? Me gustaría de verdad hacerme con uno.
ResponderEliminarY proyectareis en 16 mm, supongo.
Abrazos.
Alberto! Sí, sí, proyección en 16mm. Las piezas finales se han proyectado un poco desenfocadas pero la película participativa muy bien. Ha sido una sesión muy chula!
ResponderEliminarTe mando mail,
Y un saludo.