Instrument (1999) |
Publicado en El Viejo Topo
"Ensayos fílmicos de un observador urbano"
En su sexta edición, Punto de Vista, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, ha dedicado una retrospectiva a la obra del cineasta norteamericano Jem Cohen. Del 5 al 13 de febrero se han proyectado 34 títulos de su filmografía. Cada uno de ellos ha sido presentado por el propio autor. Una master class, una película filmada expresamente en Pamplona durante los días del festival -en homenaje al filme À propos de Nice (1930), del director francés Jean Vigo- y la publicación del libro Signal Fires. El cine de Jem Cohen, han rubricado una sección paralela cautivadora.
“Lo interesante, para mí, son las múltiples perspectivas que aportan los cineastas al espectador, cuando perciben el mundo real”. Esta frase culminaba la presentación con la que Jem Cohen inauguraba el festival. Lo hacía para indicar el amplio abanico de posibilidades que ofrece el medio cinematográfico a la hora de documentar el mundo visible. Consciente de la accesibilidad y del carácter impresionista de su cine –la connotación esteticista de unos planos hechos de superficies granuladas, cámara lenta, aceleraciones, ambientes sonoros abstractos e insistentes fundidos a negro- Cohen recomendaba al público asistente, enfrentarse sin nociones preconcebidas a las películas programadas en las demás secciones del festival. Aconsejaba borrar las concepciones aprendidas sobre lo que debería ser una película o un documental, y proponía entrar en la sala oscura con la mente abierta. Cuestiones sobre qué filmar, porqué hacerlo, cómo montar y desde qué punto de vista, son preguntas que este cineasta autodidacta, emparentado con la tradición del reportaje fotográfico de calle, se ha hecho repetidamente a lo largo de más de veinte años de carrera.
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Decenas de películas filmadas en celuloide conforman una prolífica trayectoria cinematográfica relacionada con la escena musical independiente. Los trabajos de Jem Cohen para bandas como R.E.M., Sparklehorse y Godspeed You Black Emperor!, cantautores como los desaparecidos Elliott Smith y Vic Chesnutt, o músicos vanguardistas como Andy Moor o Jace Clayton (DJ Rupture), le han permitido acercarse a los círculos del videoclip y el documental musical. Pero siempre desde una perspectiva muy particular. Una mirada reflexiva cercana a los desarrollos del cine ensayo y unas formas líricas vinculadas a cierto cine experimental han favorecido la elaboración de un sugerente corpus fílmico que, aún adentrándose en la ficción, siempre ha quedado regido por los parámetros del cine documental. Unos cuantos largometrajes y un innumerable listado de cortometrajes son el resultado de un obra coherente, un cine singular que empezó a gestarse en 1983, y que hoy en día continua investigando nuevas posibilidades de combinación entre sonidos e imágenes en movimiento.
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Desde principios de los años ochenta este realizador de orígenes armenios se ha relacionado con la escena de la música hardcore de Washington DC; y más concretamente con la banda Fugazi. De hecho Instrument (1999), el largometraje que documenta las incendiarias actuaciones del grupo, a la vez que demuestra el ideario político de sus componentes, es la película más conocida de Jem Cohen. Un archivo innumerable de fragmentos televisivos, videográficos y cinematográficos queda conjugado perfectamente como un collage certero sobre las concepciones y la actitud de unos músicos seguidores del do it yourself –esa voluntad por generar sus propios modos de distribución, oponiéndose diametralmente al negocio de la industria musical-. Sus imágenes filmadas principalmente en formatos súper 8 y 16 milímetros, se vislumbran como trazos oníricos que, mediante intervalos que aceleran o ralentizan la acción, transforman la percepción del transcurso del tiempo. Éste es uno de los reconocidos efectos fílmicos de un cineasta que confía en la textura del celuloide para seducir al espectador. Esta misma tecnología fotoquímica impregna la eficacia y la emotividad de documentales musicales heterodoxos como son Building a Broke Mousetrap (2006) y Evening’s Civil Twilight in Empires of Tin (2008). El primero de ellos se centra en un directo del grupo holandés The Ex, que demuestra la intensidad sonora y la presencia física de unos músicos comprometidos. En uno de sus temas más reconocidos reclaman apasionadamente la necesaria existencia de poetas y pintores -Listen to the Painters del disco Turn (2004)-. Son músicos que exigen manifestaciones artísticas expresadas libremente. Muestran una actitud punk presente también en el cine de Jem Cohen. Esa reivindicación de una comunicación escrita o visual que se aleje del paisaje mediático que acapara el ámbito cultural, también se aprecia en sus retratos de artistas plásticos y sus diarios de viajes analíticos.
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Este interés por el estado actual de la sociedad y las circunstancias que la determinan queda evidenciado en un largometraje de ficción como Chain (2004). La descripción actual de los no-lugares analizados por Marc Augé queda protagonizado en el filme por dos chicas jóvenes completamente a la deriva; entre hoteles y centros comerciales. Los escritos del filósofo alemán Walter Benjamin son una inspiración recurrente en su filmografía, especialmente la concepción del flânuer. La figura del observador que pasea por escenarios urbanos para perderse entre sus calles, percibiendo las contradicciones y los claroscuros, queda invocado por las calles de Nueva York en la autobiográfica Lost Book Found (1996). El libro de los pasajes de Benjamin se erige aquí como referente. Ese deambular contemplativo, algo inconsciente, por los espacios aislados de la ciudad; ese dejarse llevar por lo que sucede ante uno mismo, es una de las constantes de un cine completamente inspirador. La libertad con la que produce sus películas, observando por el visor de una cámara Bolex, lo emparentan con la obra fotográfica de artistas como Robert Frank. El fotógrafo suizo también compone de modo autorreflexivo, memorizando las huellas del pasado y visualizando el devenir del futuro mediante el uso de palimpsestos.
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Con el libro Signal Fires. El cine de Jem Cohen, Punto de Vista ha recogido acertadamente algunos textos escritos por amigos del director, como la cantante Patti Smith o el músico Guy Picciotto de Fugazi. Una reveladora entrevista realizada por Josetxo Cerdán y Gonzalo de Pedro, una selección de artículos analíticos escritos por periodistas -como el del reputado crítico neoyorquino Ed Halter- y un conjunto de polaroids inéditas del cineasta, configuran un excelente volúmen del todo recomendable. Es un conjunto de fotografías y textos confeccionados rigurosamente para homenajear un cineasta que, como Chris Marker, parece buscar constantemente la posibilidad de filmar “aquello que hace palpitar el corazón”.
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