4 de mayo de 2009

Tesoros preservados. Treasures IV: American Avant-Garde Film, 1947-1986

Publicado en BLOGS&DOCS


Con la cuarta publicación en DVD de la serie Treasures From American Film Archives, la National Film Preservation Foundation (NFPF) prosigue su imprescindible tarea de recuperar una parte esencial de la historia del cine norteamericano. La compilación Treasures III: Social Issues in American Film deja paso a un volumen titulado Treasures IV: American Avant-Garde Film, 1947-1986, que evidencia la excepcional calidad del legado vanguardista estadounidense de la segunda mitad del siglo XX. Con el conjunto de películas presentadas se recupera un cine experimental, excepcional, realizado como expresión personal. Artistas y cineastas practican un cine inquieto de naturaleza singular, realizado al margen de las productoras. Rechazando los mecanismos de la industria cinematográfica buscan cobijo en el sistema de cooperativas. Las dificultades económicas de estos organismos perjudican la conservación de las copias. Resulta pues necesario preservarlo, para conservar y difundir el valor que atesoran.

Los 26 títulos recogidos ejemplifican películas de algunos de los cineastas más destacados del cine experimental de Estados Unidos. Stan Brakhage, Jonas Mekas y Andy Warhol son los nombres propios más representativos de una selección que incluye alguna que otra sorpresa agradable, como son las aportaciones de Jane Conger Belson Shimane, Robert Nelson y William T. Willey. Esta lujosa edición viene acompañada por un libro de 72 páginas que disecciona la procedencia de cada uno de los títulos, así como el proceso de restauración llevado a cabo. El resultado son cinco horas de visionado repartidos en dos discos, a los que se ha añadido nuevas composiciones musicales del saxofonista neoyorquino John Zorn. Las películas seleccionadas pertenecen a la los archivos fílmicos del Anthology Film Archives, el MoMA, la Academy of Motion Picture Arts and Sciences, la New York Public Library y el Pacific Film Archive. En su mayoría son filmes realizados con equipos de 16mm y 8mm que transitan entre la animación abstracta, el cine lírico, el cine de found footage, el cine estructural, el documental heterodoxo y la ficción inusual.

El primer programa empieza con la figura de Harry Smith. Su "Film No. 3: Interwoven" (1947-49) es un hermoso ejemplo de Visual Music resuelto como una animación abstracta de geometrías cromáticas, incesantemente dinámicas. La música jazz de Dizzy Gilespie las acompaña festivamente. El collage parpadeante de Robert Breer en "Eyewash" (1959) es otro ejemplo de animación experimental. Sus dibujos y recortes, sucedidos como parpadeos perpetuos en fotogramas individuales, contrastan con el anacronismo de las figuras recortadas de Lawrence Jordan. En "Hamfat Asar" (1965) los movimientos interrumpidos de ilustraciones añejas describen una narración surrealista de movilidad limitada. Todo lo contrario que los asombrosos juegos ópticos de Pat O'Neill en "7362" (1967). El especialista en efectos especiales dibuja formas simétricas de colores saturados con el optical print, componiendo ágiles cuadros abstractos de impresiones estroboscópicas y oscilaciones metronómicas.

El carácter lírico y poético de registros documentales viene representado por un conjunto de películas que, por su textura fotográfica en formatos sub-estándard, se acerca al encanto de las home movies y a la frescura del cine amateur. "Go! Go! Go!" (1962-64) es una de las piezas más fascinantes del cofre. En la película de Marie Menken, la factura artística de las imágenes queda elevada a un nivel superior por la vivacidad de sus colores y su valor documental. Es un reportaje de calle por Nueva York, intuitivamente perspicaz. La práctica del frame a frame y el time-lapse como inscripción personal del espacio pro-fílmico también se manifiesta en los apuntes ininterrumpidos de Jonas Mekas en "Notes on the Circus" (1966) –fragmento perteneciente a "Walden. Diaries Notes and Sketches" (1969)-. "Bridges-Go-Round" (1958) de Shirley Clarke documenta los puentes de la ciudad de NYC interviniendo sobre la realidad. Zooms y filtros de colores distorsionan las dimensiones, desestabilizando los elementos representados. "The Riddle of Lumen" (1972) de Stan Brakhage y "Note to Pati" (1969) de Saul Levine filman el entorno más cercano para elogiar el espacio doméstico, solemnizar la luz y alabar las cualidades plásticas del celuloide.



Uno de los hallazgos de la recopilación es la presencia de "Aleph" (1956-66), la única pieza filmográfica del artista plástico Wallace Berman. Su película es un collage insólito hecho de inscripciones gráficas, fragmentadas, convenientemente tintadas. Se sitúa, por derecho propio, en un lugar privilegiado dentro de la técnica del found footage, del que Joseph Cornell es su principal precursor. Su "By Night with Torch and Spear" (1940s) es un desmontaje de capturas cinematográficas de fluctuaciones enigmáticamente discontinuas. "Peyote Queen" (1965) de Storm De Hirsch y "Chumlum" (1964) de Ron Rice manifiestan la vigencia psicodélica de la época con un entusiasmo alucinógeno por los efectos lumínicos, las dobles exposiciones y las soluciones caleidoscópicas. Son visiones de apariciones fantasmales, formalmente impecables, situadas al lado opuesto de la comicidad irreverente de Jack Smith y Ken Jacobs en "Little Stabs at Happiness" (1959-63). Título eminentemente cercano al divertimento absurdo e intransigente de George Kuchar, en ese cásting, hilarante pero también insufrible, titulado "I, An Actress" (1977).

El carácter exhibicionista de tendencias homosexuales del cine underground queda perfectamente demostrado en "Mario Banana (No. 1)" (1964) de Andy Warhol. Pieza que conecta serenamente con la estética del delirio de Jack Smith y la ficción amanerada de los hermanos Kuchar. Pero lo hace desde un presupuesto autolimitado (un único encuadre, una sola bobina) que le acerca al cine estructural. Éste viene representado por la incineración de fotografías y el recitado de textos descriptivos, sucedidos como ejercicio memorístico, en "(nostalgia)" (1971) de Hollis Frampton, y por el filme de Larry Gottheim. Su "Fog Line" (1970) es una de las piezas más destacables del cofre, en tanto que recupera un cine verdaderamente invisible –su nombre no acostumbra a aparecer en los programas de cine de centros artísticos ni el de las filmotecas-. Los cambios meteorológicos del paisaje filmado y la presencia humana, inevitablemente capturada por el aparato tecnológico, testimonian la variabilidad del entorno y la consecuente alteración del plano. Sin duda el carácter contemplativo de los lagos y los cielos de James Benning parten de aquí. "Necrology" (1969-70) de Standish Lawder mantiene puntos de confluencia con las autolimitaciones del cine estructural. Aún así, el continuo devenir de personas elevándose místicamente hacia el más allá, contiene unos créditos finales que, voluntariamente, rompen la trascendencia inicial para alcanzar, sutilmente, la ocurrencia.

Entre todas estas muestras de cine lírico, poético, underground, amateur, estructural, de animación abstracta y de apropiación resulta sorprendente, y gratificante, hallar dos títulos como "The End" (1953) de Christopher Maclaine y "Fake Fruit Factory" (1986) de Chick Strand. "The End" es una visión apocalíptica que anuncia el final de la civilización durante la Guerra Fría. Seis personajes diferentes protagonizan el último día de sus vidas en una película de ficción, realizada durante la proliferación de alarmas gubernamentales ante la amenaza de una guerra nuclear. "Fake Fruit Factory" elabora un ensayo cautivante que denuncia las condiciones opresivas de unas trabajadores mejicanas, encargadas de realizar frutas decorativas, mediante escayola y pintura. La insistencia en las planos de detalle permite una inmersión en la sumisión que, delicadamente se inscribe en el documental etnográfico. Dos películas cuyo componente crítico queda magníficamente equilibrado con la búsqueda estética. Ideología y forma en armonía para esquivar las críticas al esteticismo, con el que a menudo se desacreditan estas conmovedoras prácticas artísticas.



En las imágenes: "Fake Fruit Factory" de Chick Strand, "Aleph" de Wallace Berman y "Film No. 3: Interwoven" de Harry Smith.

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